Personaje famoso con gran inteligencia emocional
La inteligencia emocional es fundamental para el éxito. Controle sus emociones y controlará su capacidad para pensar con claridad, actuar con decisión y trabajar con eficacia. De ahí se deduce que los directivos que inspiran a todo su equipo para que domine su inteligencia emocional benefician doblemente a sus organizaciones, ya que crean un entorno de trabajo positivo y, al mismo tiempo, generan resultados. – Frank LaRosa, ELITE Consulting Partners
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El conocimiento de uno mismo y la gestión de las relaciones son rasgos clave de la Inteligencia Emocional que impulsan la productividad en el lugar de trabajo. Sin embargo, debe ir acompañada de inteligencia cultural (IC) para poder comunicarse eficazmente con una plantilla cada vez más diversa. La CQ combina significados y sentimientos para crear una comunicación eficaz que trascienda las palabras y llegue a los corazones y las mentes. – Elisabete Miranda, fluidez CQ
Ejemplos de líderes con baja inteligencia emocional
La idea de que los directores ejecutivos son maquiavélicos exigentes e incluso despiadados se ha convertido en un cliché del cine estadounidense. Desde Montgomery Burns en Los Simpson hasta Bobby Axelrod en Billions, la creencia de que los directores ejecutivos no se detendrán ante nada para salirse con la suya se ha convertido en un estereotipo arraigado.
Sin embargo, en el mundo laboral moderno, la realidad es todo lo contrario. Los CEO de más éxito en la vida real son líderes equilibrados que saben aprovechar su inteligencia emocional para sacar lo mejor de los demás.
Sea cual sea su negocio o sector de actividad, es fundamental establecer conexiones humanas con sus clientes y las personas que trabajan para usted. La gente quiere hacer negocios y trabajar con alguien en quien pueda confiar, y la confianza se basa en la humanidad.
“La inteligencia emocional (IE), también conocida como cociente emocional (CE), es la capacidad de las personas para reconocer sus propias emociones y las de los demás, discernir entre los distintos sentimientos y etiquetarlos adecuadamente, utilizar la información emocional para guiar el pensamiento y el comportamiento, y gestionar y/o ajustar las emociones para adaptarse a los entornos o alcanzar los objetivos propios”.
Empresas que valoran la inteligencia emocional
El liderazgo inspirador no surge de un carisma superficial que es pura ostentación y nada de sustancia. Los líderes tampoco pueden esperar atraer e inspirar a su gente simplemente demostrando atributos fríamente racionales como la confianza, la competencia, la inteligencia o la autoridad. Estos atributos son importantes, por supuesto, pero como explica la profesora Kerrie Fleming en su capítulo del libro Inspiring Leadership: Becoming a Dynamic and Engaging Leader, los mejores líderes atraen y fidelizan a sus seguidores por sus cualidades humanas. En el contexto del actual entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA), escribe: “La necesidad de humanizar el liderazgo es mayor que nunca”.
¿Qué separa el liderazgo “humanizador” del liderazgo basado únicamente en la autoridad posicional y/o las competencias y atributos intelectuales? La respuesta, según Fleming, está en el concepto de inteligencia emocional. Dado que las emociones nos diferencian como seres humanos, la conciencia y la apreciación de las emociones en nosotros mismos y en los demás es el núcleo del liderazgo humanizador.
Ejemplos reales de inteligencia emocional en el lugar de trabajo
La empatía, la intuición y el conocimiento de uno mismo son esenciales para un buen liderazgo, pero pueden ser difíciles de perfeccionar y peligrosas de utilizar. Dieciocho líderes y académicos exploran cómo gestionar la inteligencia emocional.
Les guste o no, los líderes tienen que gestionar el estado de ánimo de sus organizaciones. Los líderes más dotados lo consiguen utilizando una misteriosa mezcla de capacidades psicológicas conocida como inteligencia emocional. Son conscientes de sí mismos y empáticos. Pueden leer y regular sus propias emociones al tiempo que captan intuitivamente cómo se sienten los demás y calibran el estado emocional de su organización.
Pero, ¿de dónde viene la inteligencia emocional y cómo aprenden los líderes a utilizarla? En este artículo, 18 líderes y académicos (entre ellos, ejecutivos de empresas, investigadores en liderazgo, psicólogos, un experto en autismo y un director de orquesta) analizan la naturaleza y la gestión de la inteligencia emocional: sus fuentes, usos y abusos. Sus respuestas fueron variadas, pero surgieron algunos temas comunes: la importancia de perfeccionar conscientemente las propias habilidades, la naturaleza de doble filo de la autoconciencia y el peligro de dejar que domine una sola habilidad de inteligencia emocional. Entre sus observaciones: