Historia de la inteligencia emocional
Las habilidades técnicas que te ayudaron a conseguir tu primer ascenso puede que no te garanticen el siguiente. Si aspira a ocupar un puesto de liderazgo, hay un elemento emocional que debe tener en cuenta. Es lo que le ayuda a entrenar con éxito a equipos, gestionar el estrés, ofrecer retroalimentación y colaborar con los demás.
La inteligencia emocional se define como la capacidad de comprender y gestionar tus propias emociones, así como de reconocer e influir en las emociones de quienes te rodean. El término fue acuñado por primera vez en 1990 por los investigadores John Mayer y Peter Salovey, pero más tarde lo popularizó el psicólogo Daniel Goleman.
Hace más de una década, Goleman destacó la importancia de la inteligencia emocional en el liderazgo, declarando a la Harvard Business Review: “Los líderes más eficaces se parecen todos en un aspecto crucial: Todos tienen un alto grado de lo que se ha dado en llamar inteligencia emocional. No es que el coeficiente intelectual y las habilidades técnicas sean irrelevantes. Importan, pero… son los requisitos de entrada para los puestos ejecutivos”.
Definición de inteligencia emocional por Daniel Goleman
La inteligencia emocional (IE) suele definirse como la capacidad de percibir, utilizar, comprender, gestionar y manejar las emociones. Las personas con un alto nivel de inteligencia emocional pueden reconocer sus propias emociones y las de los demás, utilizar la información emocional para guiar el pensamiento y el comportamiento, discernir entre distintos sentimientos y etiquetarlos adecuadamente, y ajustar las emociones para adaptarse al entorno.[1] Aunque el término apareció por primera vez en 1964,[2] ganó popularidad en 1995 con el éxito de ventas del libro Inteligencia emocional, escrito por el periodista científico Daniel Goleman. Goleman definió la IE como el conjunto de habilidades y características que impulsan el rendimiento del liderazgo[3].
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de percibir, controlar y evaluar las emociones. Algunos investigadores sugieren que la inteligencia emocional puede aprenderse y fortalecerse, mientras que otros afirman que es una característica innata[cita requerida].
Se han desarrollado varios modelos para medir la IE. El modelo de rasgos, desarrollado por Konstantinos V. Petrides en 2001, se centra en el autoinforme de las disposiciones conductuales y las capacidades percibidas[4] El modelo de capacidades, desarrollado por Peter Salovey y John Mayer en 2004, se centra en la capacidad del individuo para procesar la información emocional y utilizarla para desenvolverse en el entorno social[5] El modelo original de Goleman puede considerarse ahora un modelo mixto que combina lo que desde entonces se ha modelado por separado como IE de capacidades y IE de rasgos. Investigaciones más recientes se han centrado en el reconocimiento de emociones, que se refiere a la atribución de estados emocionales basados en observaciones de señales visuales y auditivas no verbales[6][7] Además, estudios neurológicos han intentado caracterizar los mecanismos neurales de la inteligencia emocional[8][9].
Tipos de inteligencia emocional
¿Por qué estudiar Inteligencia Emocional? Bueno, ¿te imaginas un mundo en el que no entendieras ninguno de tus sentimientos? ¿O en el que no pudieras percibir que otra persona está enfadada contigo por la expresión feroz de su cara? ¡Sería una pesadilla!
También esperamos responder a algunas de sus preguntas sobre la inteligencia emocional, como “¿la inteligencia emocional implica competencias específicas?” y “¿está la inteligencia emocional vinculada a los rasgos de la personalidad?”. Disfrútelo.
Antes de seguir leyendo, hemos pensado que le gustaría descargarse gratis nuestros 3 Ejercicios de Inteligencia Emocional. Estos ejercicios de base científica no sólo mejorarán su capacidad para comprender y regular sus emociones, sino que también le proporcionarán las herramientas necesarias para fomentar la inteligencia emocional de sus clientes, alumnos o empleados.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de inteligencia emocional? Empecemos por hablar de “inteligencia”. La inteligencia se refiere a la capacidad mental humana única para manejar y razonar sobre la información (Mayer, Roberts y Barsade, 2008).
Inteligencia emocional definición psicología
La inteligencia emocional (IE) suele definirse como la capacidad de percibir, utilizar, comprender, gestionar y manejar las emociones. Las personas con un alto nivel de inteligencia emocional pueden reconocer sus propias emociones y las de los demás, utilizar la información emocional para guiar el pensamiento y el comportamiento, discernir entre distintos sentimientos y etiquetarlos adecuadamente, y ajustar las emociones para adaptarse al entorno.[1] Aunque el término apareció por primera vez en 1964,[2] ganó popularidad en 1995 con el éxito de ventas del libro Inteligencia emocional, escrito por el periodista científico Daniel Goleman. Goleman definió la IE como el conjunto de habilidades y características que impulsan el rendimiento del liderazgo[3].
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de percibir, controlar y evaluar las emociones. Algunos investigadores sugieren que la inteligencia emocional puede aprenderse y fortalecerse, mientras que otros afirman que es una característica innata[cita requerida].
Se han desarrollado varios modelos para medir la IE. El modelo de rasgos, desarrollado por Konstantinos V. Petrides en 2001, se centra en el autoinforme de las disposiciones conductuales y las capacidades percibidas[4] El modelo de capacidades, desarrollado por Peter Salovey y John Mayer en 2004, se centra en la capacidad del individuo para procesar la información emocional y utilizarla para desenvolverse en el entorno social[5] El modelo original de Goleman puede considerarse ahora un modelo mixto que combina lo que desde entonces se ha modelado por separado como IE de capacidades y IE de rasgos. Investigaciones más recientes se han centrado en el reconocimiento de emociones, que se refiere a la atribución de estados emocionales basados en observaciones de señales visuales y auditivas no verbales[6][7] Además, estudios neurológicos han intentado caracterizar los mecanismos neurales de la inteligencia emocional[8][9].