Inteligencia emocional en el aula pdf
La Psicología Positiva (PP) ha despegado en el campo de la Adquisición de Segundas Lenguas (SLA). Sus dos compromisos clave son mejorar el rendimiento de los estudiantes y mejorar su bienestar (Li y Dewaele, en prensa). Las emociones y la inteligencia emocional (IE) constituyen la dimensión nuclear del bienestar de los estudiantes de idiomas (Oxford, 2016b; Li, 2018). Se descubrió que la IE está estrechamente relacionada con la ansiedad lingüística (Dewaele et al., 2008; Shao et al., 2013), lo que respalda empíricamente el constructo teórico de la IE. Sin embargo, el vínculo entre la IE y otras emociones en el aula de L2, especialmente las emociones positivas (por ejemplo, el disfrute), sigue siendo poco explorado. Por lo tanto, el presente estudio se diseñó principalmente para investigar la relación entre la IE y las dos emociones típicas del aula de L2 (ansiedad y disfrute). Teniendo en cuenta la maleabilidad de la IE (Mercer y Gkonou, 2017), también se llevó a cabo una intervención posterior a la investigación basada en el modelo “ARGUER” propuesto y las “Tres actividades” de PP (véase Seligman et al., 2005).
Inteligencia emocional para estudiantes
Puede que conozcas el coeficiente intelectual de un alumno, pero ¿qué hay de su cociente de inteligencia emocional? La inteligencia emocional es diferente de la capacidad cognitiva, pero puede ser igual de importante[13]. Si puedes enseñar a tus alumnos a reconocer y regular sus emociones, estarán mejor preparados para centrarse y alcanzar su potencial tanto dentro como fuera del aula.
Sigue leyendo para saber más sobre la inteligencia emocional y cómo puede aumentar las capacidades académicas y socioemocionales de tus alumnos. A continuación, descubra algunas estrategias y actividades que puede utilizar para mejorar la inteligencia emocional de sus alumnos.
En primer lugar, una breve definición de inteligencia emocional: es la capacidad de ser consciente de los propios sentimientos y de gestionarlos. Además, la inteligencia emocional implica utilizar las emociones para planificar y alcanzar objetivos[5]. Al igual que el coeficiente intelectual, el cociente de inteligencia emocional de cada persona puede variar de bajo a alto, y no está necesariamente relacionado con las capacidades cognitivas.
Enseñar inteligencia emocional a los adultos
Sherri Gordon es autora y experta en prevención del acoso escolar. También es colaboradora de SleepCare.com y ex editora de Columbia Parent, con innumerables años de experiencia escribiendo e investigando sobre temas sociales y de salud.
Enseñar a los niños a gestionar sus emociones y a responder adecuadamente a las emociones de los demás es una parte importante de la educación. Para llevar a cabo esta tarea, muchos educadores están incorporando programas de aprendizaje social y emocional (SEL) en el plan de estudios.
Estos programas no sólo son eficaces para mejorar la inteligencia emocional de los alumnos, sino que también previenen el acoso escolar y aumentan el éxito académico. Y lo que es más, la integración de SEL en los planes de clases diarias ayuda a los estudiantes a entender cómo comportarse con sus compañeros.
Pero lo más importante es que los alumnos empiezan a darse cuenta de que su inteligencia emocional es tan importante como su éxito académico. La inteligencia emocional permite a los alumnos tener interacciones positivas con los demás, anticipar sus sentimientos y experimentar niveles adecuados de empatía.
Inteligencia emocional para profesores ppt
La Inteligencia Emocional (IE) también se conoce como Cociente Emocional (CE), que en realidad es la puntuación de una prueba para medir la IE (Goleman, 2996). Las personas con una alta Inteligencia Emocional utilizan la información emocional para guiar su pensamiento y comportamiento. Pueden ajustar fácilmente sus emociones para adaptarse a su entorno a la hora de conseguir sus objetivos. Estos individuos tienen la capacidad de gestionar sus emociones y utilizarlas en su beneficio.
Tener una mayor conciencia de las emociones de los demás, así como ser consciente de sus propios sentimientos, proporciona al individuo una ventaja a la hora de trabajar en grupo. A los profesores, por ejemplo, les permite calibrar el estado de ánimo de un alumno y examinar detenidamente el clima de la clase. Evaluar los elementos emocionales en cualquier situación, ya sea positiva o negativa, ayudará a mantener a los estudiantes comprometidos y permitirá al profesor comprender mejor su comportamiento y su mentalidad actual (Goldstein, 2017).
Gestionar la inteligencia emocional de un alumno permite obtener mejores resultados. He observado a profesores leer los estados emocionales de sus estudiantes, comprender sus reacciones y niveles de estrés y he visto a los instructores gestionar sus aulas con estrategias y enfoques que eran muy comprensivos y compasivos, produciendo así increíbles logros estudiantiles. Entonces, ¿cómo mejorar la Inteligencia Emocional de tus alumnos?