5 ejemplos de riesgos laborales
Los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral (TME) están asociados a estos factores: Determinadas condiciones del lugar de trabajo, por ejemplo, la disposición del puesto de trabajo, la velocidad del trabajo (especialmente en trabajos con cintas transportadoras) y el peso de los objetos que se manipulan influyen en estos factores. En otras situaciones, los factores psicosociales del lugar de trabajo pueden contribuir a los TME. Para más información sobre los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral en general, consulte el documento de OSH Answers Trastornos musculoesqueléticos de origen laboral (TME).
La vibración afecta a tendones, músculos, articulaciones y nervios. Los trabajadores pueden estar expuestos a vibraciones en todo el cuerpo o a vibraciones localizadas. La vibración de cuerpo entero la sufren, por ejemplo, los conductores de camiones y autobuses. La exposición a vibraciones localizadas puede deberse a las herramientas eléctricas. Los síntomas habituales son entumecimiento de los dedos, pérdida de tacto y agarre, y dolor. Además, el trabajador puede emplear más fuerza y adoptar posturas corporales forzadas porque las herramientas manuales vibratorias son más difíciles de controlar. La exposición a demasiadas vibraciones también puede hacer que perdamos la sensibilidad en manos y brazos. Como resultado, podemos calcular mal la cantidad de fuerza que necesitamos para controlar las herramientas y utilizar demasiada, lo que aumenta la fatiga.
Ejemplos de factores profesionales
Los tres principales factores de riesgo ergonómicos que provocan TME son la postura incómoda, la fuerza elevada y la frecuencia alta o prolongada. La combinación de posturas, fuerzas y frecuencias aumenta la probabilidad de desarrollar un TME.
Postura – En una postura neutra, las articulaciones pueden absorber la fuerza más fácilmente que en otras. Las posturas incómodas y extremas aumentan la susceptibilidad a las lesiones, ya que pueden estresar los componentes articulares y reducir o bloquear el flujo sanguíneo.
Fuerza – Agarrar, pellizcar, empujar, tirar y levantar objetos ejerce una fuerza adicional sobre las articulaciones del cuerpo. El aumento de estas fuerzas requiere un esfuerzo muscular adicional y ejerce una mayor carga sobre las articulaciones y los tejidos conjuntivos, lo que puede causar fatiga y contribuir a los TME cuando no hay tiempo suficiente para el descanso y la recuperación.
Factores de riesgo laboral que afectan a la salud y la seguridad
Los factores de riesgo psicosocial se refieren a las amenazas para la salud física y mental de los trabajadores causadas por las condiciones de trabajo, la organización interna y las relaciones laborales. Prevalentes pero a menudo desatendidos, constituyen un peligro real tanto para los empleados como para la empresa.
La puesta en marcha de un procedimiento para mejorar la experiencia de los empleados (políticas, encuesta y barómetro QWL, etc.), forma parte de un proyecto de prevención de factores de riesgo psicosocial. Si en los últimos años el bienestar se ha convertido en una de las apuestas de las operaciones de RRHH, la pandemia actual no ha hecho sino elevarlo en la lista de prioridades.
La exposición a estas situaciones laborales repercute en la salud de los trabajadores, sobre todo en lo que respecta a las enfermedades cardiovasculares, las afecciones musculoesqueléticas, los trastornos ansioso-depresivos, el agotamiento o incluso el suicidio.
La gravedad de las consecuencias depende de los empleados, pero en todos los casos reflejan una cierta falta de bienestar en el lugar de trabajo. El 45% de los trabajadores franceses afirma que siempre tiene que ir con prisas, y el 25% teme perder su empleo (INRS). Casi 9 de cada 10 trabajadores franceses sufren estrés, según un estudio dirigido por OpinionWay a finales de 2017. Estas fuentes cotidianas de ansiedad alimentan los factores de riesgo psicosocial.
Factores de riesgo en el lugar de trabajo
Puede que los directivos se burlen de la cantidad de tiempo que tienen que dedicar a mitigar los conflictos interpersonales en el lugar de trabajo en lugar de gestionar la productividad, supervisar la innovación, asistir a reuniones importantes y establecer contactos para el crecimiento individual o del equipo. Pero lo que muchos directivos no saben hasta que es demasiado tarde es que los conflictos entre los miembros de un equipo pueden salir caros. La productividad, los beneficios y la retención pueden verse afectados, pero también la moral general de un grupo de trabajo, lo que envenena la cultura de la empresa y puede repercutir directamente en los clientes.
Como directivo, una vez que empiece a ver todos los costes ocultos de los conflictos interpersonales en el lugar de trabajo, su atención debería pasar de la resolución a la prevención de los conflictos en el lugar de trabajo. He aquí algunos factores de riesgo que debe tener en cuenta para adelantarse a los conflictos en el lugar de trabajo y detenerlos antes de que empiecen.
Las habilidades de gestión de conflictos en el lugar de trabajo no son tan comunes como deberían. A menudo, los empleados no reciben una formación adecuada sobre cómo gestionar o prevenir los conflictos cuando surgen. Esto puede ser importante para que todos los empleados se sientan capacitados para gestionar los problemas con eficacia, y también puede ayudar a que los problemas se resuelvan más rápidamente antes de que tengan la oportunidad de agravarse. Puede ayudar a su equipo a adquirir las habilidades adecuadas a través de un programa de formación sobre conflictos en el lugar de trabajo, que proporcionará a su equipo todo lo que necesita.