Falta de ejemplos de liderazgo
Ya sea Steve Jobs, Elon Musk o Bill Gates, estas personas son conocidas por impulsar el crecimiento de sus empresas a través de un fuerte liderazgo. Un buen líder puede hacer que una empresa fracase y darle la vuelta, mientras que un mal líder, por el contrario, puede arruinar incluso a la empresa con más éxito. El liderazgo es esencial para el crecimiento y el éxito de cualquier empresa, pero ¿qué ocurre cuando falla? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Cómo puede saber si su empresa está dirigida por un líder fracasado? He aquí seis señales de liderazgo fallido a las que debe prestar atención:1. Estilo de liderazgo egoístaEl liderazgo egoísta se centra en el líder y no en el equipo. Sus esfuerzos, ideas y objetivos siempre se inclinan hacia la mejora de sí mismo. Desde su perspectiva, todo gira en torno a lo que pueden hacer para quedar bien. Se trata de alimentar su ego. Disfrazan su preocupación por sí mismos como “velar por los intereses de la empresa”. Pero en realidad, la opinión del equipo no les importa. Toman todas las decisiones sin contar con los demás, se llevan todo el mérito de los éxitos y, lo que es peor, culpan a su equipo de los fracasos. Para ellos, tener autoridad como líder les da derecho a tener siempre la razón. Como resultado, este tipo de liderazgo crea un entorno de trabajo tóxico en el que se ahogan la creatividad y la innovación.
¿Cómo afecta la falta de liderazgo a un equipo?
Un liderazgo deficiente tiene un impacto enorme en un equipo y en la organización en su conjunto. La falta de compromiso de los empleados, la alta rotación, la baja productividad y la baja moral pueden paralizar una empresa y alejar a los buenos empleados.
¿Qué ocurre cuando falta liderazgo?
Un mal liderazgo en las empresas conduce a actitudes laborales tóxicas, segregación del personal, pérdida de empleados de alto rendimiento y una cultura del lugar de trabajo poco atractiva que probablemente no inspire resultados a su personal, al tiempo que crea un ciclo de escasa retención del personal.
¿Qué es un liderazgo deficiente en el lugar de trabajo?
Algunos signos habituales de mal liderazgo son la comunicación pasivo-agresiva, no asumir los errores, no escuchar las preocupaciones o crear un entorno de trabajo intimidatorio.
Efectos de un liderazgo deficiente en el lugar de trabajo
Estás trabajando diligentemente en tu mesa cuando tu jefe pasa por tu cubículo con otra iniciativa empresarial más que quiere que encabeces (¿te recuerda a alguien?). De lo que no se da cuenta, ni aprovecha la oportunidad para investigar, es de que ya estás liderando varios proyectos paralelos, además de tus tareas cotidianas. “Tiene buenas intenciones”, racionalizas, esto es una “oportunidad”.
Y aunque eso puede ser cierto, no compensa un mal liderazgo — especialmente cuando la relación de los empleados con su jefe es una de las principales razones por las que deciden dejar un trabajo. Según una encuesta realizada en 2016 por Paychex, el 44,6 por ciento de los 2.000 empleados encuestados dijeron que dejaron su trabajo anterior porque no les gustaba su jefe. Investigaciones recientes sobre la satisfacción de los empleados refuerzan los datos. En un estudio realizado el año pasado entre 2.500 trabajadores estadounidenses, más de la mitad afirmaron que las personas con las que trabajaban y su jefe inmediato eran más importantes para su satisfacción laboral que el hecho de que les interesara su trabajo. (Departamento de Investigación de Statista, 4 de noviembre de 2020)
Falta de liderazgo en el lugar de trabajo
Todos mis planes cuidadosamente elaborados parecían poco realistas, me preocupaba estar pidiendo demasiado a algunas personas y no lo suficiente a otras. Cada comentario de mi jefe me parecía una crítica y me sentía abrumada.
1. 1. Inspirar. Como líder, tu equipo espera de ti inspiración y motivación para completar su trabajo. Esto puede resultar difícil en un entorno de trabajo difícil o si uno mismo no se siente motivado.
Ayudar a su equipo a encontrar un propósito en su trabajo es fundamental para el compromiso de los empleados. De hecho, el 90% de los empleados dijeron que cambiarían los mecanismos tradicionales de recompensa -como la paga extra- por un mayor significado dentro de su trabajo
2. Desarrollar a los demás. Una parte clave de su papel como líder es el desarrollo del talento y de los empleados. Es importante buscar el potencial de los miembros de su equipo y fomentar su crecimiento. Tendrás que entender sus esperanzas para el futuro y encontrar maneras de ayudar a desafiarlos y estirarlos.
3. Liderar el cambio. A menudo, el cambio puede dar miedo o resultar incierto, y dirigir a un equipo es un reto importante para los líderes de hoy en día. La forma en que trabajamos está cambiando como nunca antes y los empleados buscarán en los líderes orientación y seguridad.
Causas de un liderazgo deficiente
En este artículo le daremos 9 ejemplos de mal liderazgo que consideramos importantes señales de advertencia. Y también aprenderá qué factores contribuyen a la motivación y retención de los empleados. Muchos estudios ya lo han demostrado: El salario tiene poco impacto en la satisfacción y el compromiso laboral.
Como líder, debe esforzarse por conseguir que los miembros de su equipo alcancen al menos el cuarto nivel de esta pirámide de necesidades. Sólo aquí comienza la identificación con el empleador y el reconocimiento del “sentido del trabajo”. Sin embargo, el camino es largo y difícil. Si usted mismo siente que no se encuentra en el nivel 4 o 5, es imposible conducir a sus empleados hasta allí. No sólo la empresa se beneficia de empleados comprometidos, sino que las personas también se divierten en el trabajo y, por lo tanto, llevan una vida más feliz, por lo que los empleados felices son una situación en la que todos ganan.
Sin embargo, la triste realidad es que una gran parte de nosotros no superamos los peldaños más bajos, no sólo en el trabajo sino también en la vida cotidiana, lo que hace aún más importante que los líderes se vean a sí mismos mucho más como un entrenador que como un mero emisor de instrucciones. Un buen directivo siempre está atento a las preocupaciones privadas, además de las profesionales.