Estilos de liderazgo en la gestión
Ya hemos hablado de cómo los rasgos de personalidad, los comportamientos y las situaciones (y la respuesta a esas situaciones) afectan al liderazgo. Pero, ¿qué hay del estilo? Cada líder tiene su propio enfoque personal. De hecho, se podría suponer que hay tantos estilos de liderazgo como líderes.
El estilo de liderazgo es el enfoque de un líder a la hora de proporcionar dirección, implementar planes y motivar a las personas. En 1939, el psicólogo Kurt Lewin y un equipo de investigadores determinaron que había tres estilos básicos de liderazgo: Autoritario (Autocrático), Participativo (Democrático) y Delegativo (Laissez-Faire). Pusieron en práctica estos tres estilos de liderazgo con un grupo de escolares a los que encargaron la realización de un proyecto de manualidades para determinar las respuestas a los estilos de liderazgo.
Un líder que adopta el estilo autoritario dicta la política y los procedimientos, y dirige el trabajo realizado por el grupo sin buscar ninguna aportación significativa por su parte. Se espera que el grupo dirigido por un autoritario complete sus tareas bajo una estrecha supervisión.
Estilos de liderazgo
Las personas tienden a emplear estilos de liderazgo arraigados en sus preferencias, personalidades y antecedentes innatos. Esto no es malo; saber qué estilo de liderazgo funciona naturalmente mejor para uno forma parte de ser un buen líder. Pero ceñirse rígidamente a un estilo puede frenar el crecimiento de la empresa y de los empleados. Para mejorar la eficacia del liderazgo, es fundamental desarrollar un estilo maleable que integre diversas técnicas de liderazgo y se adapte a las nuevas situaciones que vayan surgiendo.
Los líderes autocráticos, también denominados autoritarios, establecen una visión clara de un objetivo final y de cómo alcanzarlo. Fijan directrices específicas y expectativas claras sobre qué, cuándo y cómo deben hacerse las tareas. Tradicionalmente, estos líderes esperan que los demás acepten sus instrucciones al pie de la letra y actúen en consecuencia inmediatamente.
Los líderes autocráticos no son necesariamente “sabelotodos” que se consideran por encima de sus compañeros. De hecho, suelen estar muy centrados en lograr resultados eficientes mediante acciones establecidas que creen que redundan en beneficio de la empresa. En algunos casos, un líder autocrático puede tomar decisiones con un pequeño grupo de compañeros de confianza.
Liderazgo democrático
El objetivo de este estudio era investigar la influencia del estilo de liderazgo laissez-faire, transaccional y transformacional en el rendimiento individual (rendimiento en la tarea y rendimiento en el contexto) en una muestra de conveniencia compuesta por líderes y seguidores de tres empresas diferentes. Se utilizó el Cuestionario Multifactorial de Liderazgo (MLQ) y se añadieron algunas preguntas, así como cinco categorías de rendimiento. Trescientas personas participaron en la investigación, y los datos se procesaron y analizaron utilizando el enfoque PLS del software R. El estudio mostró que el liderazgo transformacional influyó en el desempeño de la tarea y en el desempeño del contexto. Cabe destacar que esta investigación contribuyó a los estudios empíricos, en los temas de Liderazgo y Desempeño.
Muchas organizaciones operan en entornos altamente competitivos. En los mercados emergentes, las empresas privadas han buscado maximizar el desempeño de sus empleados como estrategia para su propia supervivencia (Santos, Reis Neto & Verwaal, 2018). Zebral (2017) identificó que el liderazgo influye más en el desempeño individual que el pago.
Estilos de liderazgo más comunes
Muchos estilos están unidos por puntos comunes subyacentes, formando cuatro tipos básicos de estilos de liderazgo: estilos de liderazgo en la toma de decisiones; estilos de liderazgo cotidianos; estilos de liderazgo más allá del trabajo cotidiano; y estilos de liderazgo basados en valores.
Por ejemplo, se espera que los líderes auténticos no sólo se mantengan fieles a sus normas morales, sino que también expresen sus ideas con claridad y busquen información de los demás para comprender mejor las situaciones y a sí mismos[1a] [2a].
Esto no significa que, para adoptar un estilo de liderazgo, un líder deba realizar todos los comportamientos específicos de dicho estilo de liderazgo al mismo tiempo. Por el contrario, un líder que adopta un estilo adopta comportamientos específicos a lo largo del tiempo, según sea necesario.
El primero es en gran medida inconsciente y nos guía hacia nuestro(s) estilo(s) de liderazgo más habitual(es). En distintas situaciones, dirigimos de la forma que se nos ocurre y en consonancia con nuestro(s) estilo(s) de liderazgo dominante(s). Estos estilos de liderazgo automáticos tienden a adoptarse cuando:
Por el contrario, los esfuerzos supervisados nos guían para analizar detenidamente la situación a la que nos enfrentamos como líderes. Basándonos en esta evaluación, podemos elegir el estilo de liderazgo que mejor se adapte a la situación y regular nuestro comportamiento en consecuencia[3] [4] [5].