10 características de un buen líder político
El liderazgo político implica una dimensión tanto política como operativa. Es crucial contar con un apoyo político fuerte y estructurado, en el que los ministros determinen la orientación general de la Estrategia, asuman la propiedad y la responsabilidad, alineen las políticas y los fondos y proporcionen los recursos y el estatus necesarios para la toma de decisiones.
Este nivel debe garantizar la orientación política general, así como proporcionar orientación temática estratégica y decisiones sobre las acciones. Para garantizar un reparto equilibrado, se establecerá una presidencia rotatoria. Podrá asignarse a todos los Estados y Regiones participantes con el acuerdo de la Comisión. Como ya se ha experimentado en otras estrategias macrorregionales, se considera una buena práctica la organización periódica de una reunión ministerial relativa a cada ámbito político que reúna a los ministros y/o presidentes de las Regiones (en función de la organización política e institucional de cada Estado y Región). Contribuiría a mantener el impulso político de la Estrategia en el ámbito en cuestión y a transmitir mensajes políticos claros sobre las acciones a emprender y las prioridades a alcanzar.
Lista de líderes políticos
Los políticos son personas políticamente activas, especialmente en la política de partidos. Los cargos políticos van desde los gobiernos locales a los gobiernos estatales, pasando por los gobiernos federales y los gobiernos internacionales[1][2] Todos los líderes gubernamentales se consideran políticos[3][4].
Los políticos son conocidos por su retórica, como en los discursos o los anuncios de campaña. Son especialmente conocidos por utilizar temas comunes que les permiten desarrollar sus posturas políticas en términos familiares para los votantes[5]. Los políticos se convierten necesariamente en expertos usuarios de los medios de comunicación[6]. En el siglo XIX, los políticos hacían un uso intensivo de periódicos, revistas y panfletos, así como de carteles[7]. En el siglo XX, se introdujeron en la radio y la televisión, convirtiendo los anuncios televisivos en la parte más cara de una campaña electoral[8]. En el siglo XXI, se han involucrado cada vez más en los medios sociales basados en Internet y los teléfonos inteligentes[9].
Una vez elegido, el político tiene que tratar con funcionarios y empleados públicos que trabajan para él. Históricamente, ha existido un sutil conflicto entre los objetivos a largo plazo de cada bando[11]. En los sistemas basados en el clientelismo, como el de Estados Unidos en el siglo XIX, los políticos ganadores sustituyen a los funcionarios y empleados públicos no protegidos por las normas de los servicios gubernamentales por sus partidarios. Era el “sistema del botín”. Se inició una reforma de los empleos públicos[aclaración necesaria] para eliminar la corrupción de los mismos[12]. Sin embargo, en muchos países menos desarrollados, el sistema de botín seguía funcionando a gran escala a partir de 1982[13].
Tipos de empleos políticos
ResumenEn los comentarios políticos contemporáneos y en el debate público de todo el mundo se critica mucho a los líderes políticos y al liderazgo. Pero, sobre todo, estas críticas indican que se cree que los líderes y el liderazgo son importantes para el funcionamiento general de los regímenes políticos y las relaciones entre los distintos regímenes. Esta creencia parece estar ampliamente justificada. De hecho, la creciente complejidad de la política en un mundo cada vez más interdependiente ha hecho que el liderazgo, en términos de proporcionar dirección y orientación, y de idear soluciones para los problemas colectivos, sea más importante que nunca.Palabras claveEstas palabras clave fueron añadidas por máquina y no por los autores. Este proceso es experimental y las palabras clave pueden actualizarse a medida que mejore el algoritmo de aprendizaje.
En: Helms, L. (eds) Comparative Political Leadership. Palgrave Studies in Political Leadership series. Palgrave Macmillan, Londres. https://doi.org/10.1057/9781137264916_1Download citationShare this chapterAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
Funciones de los dirigentes políticos
Estas y otras cuestiones de gran trascendencia y actualidad sobre el carácter y la calidad de la autoridad política son exploradas por el grupo multinacional y multidisciplinar de autores reunidos en este número de Dædalus.
La democracia hunde sus raíces en la idea de la igualdad política, pero la riqueza dicta inevitablemente que unos ciudadanos sean “más iguales” que otros. Así, las profundas y cada vez peores desigualdades socioeconómicas suponen una amenaza fundamental para la gobernanza democrática occidental. En este ensayo, Nannerl Keohane sostiene que sólo un liderazgo apasionado y pragmático -que se encuentra en los presidentes y jefes de gobierno, pero también en los comités del Congreso, la política local y la educación- puede superar los peligros de un sistema de gobierno en el que el poder del dinero supera de tal modo a la voluntad popular como para vetar efectivamente el cambio social.
Un liderazgo eficaz es la capacidad de movilizar a una masa de votantes para lograr objetivos comunes. Pero las mismas cualidades que hacen eficaz a un líder pueden hacer inútil a otro. Utilizando un enfoque de identidad social, los psicólogos S. Alexander Haslam y Stephen D. Reicher exploran el liderazgo como un proceso de influencia construido sobre un sentido interiorizado de pertenencia al grupo compartido entre líderes y seguidores. Los líderes de éxito no sólo representan y reflejan a sus seguidores, sino que crean, promueven e integran activamente esta identidad en la consecución de sus objetivos.