Definición de las características situacionales
Flexibilidad: El liderazgo cambia en función de las necesidades del grupo u organización, y los líderes de éxito son capaces de ser flexibles y adaptar su estilo de liderazgo al nivel de madurez del grupo que intentan dirigir.
Dirigir: El liderazgo situacional será alto en el aspecto “directivo” cuando los subordinados no estén suficientemente desarrollados y necesiten supervisión constante. En este caso, el líder da instrucciones específicas sobre cuáles son los objetivos y cómo deben alcanzarse exactamente.
Coaching: Si la situación lo requiere, el líder también entrenará a su equipo. Se trata de una ampliación del enfoque directivo; el líder sigue dando instrucciones detalladas, pero también se centra en animar a los subordinados, solicitar aportaciones y explicar por qué ha tomado determinadas decisiones.
Ejemplos de liderazgo situacional en la educación
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La teoría situacional del liderazgo sugiere que no hay un único estilo de liderazgo que sea el mejor. En su lugar, depende del tipo de liderazgo y de las estrategias que mejor se adapten a la tarea. Según esta teoría, los líderes más eficaces son los que son capaces de adaptar su estilo a la situación y tener en cuenta indicios como el tipo de tarea, la naturaleza del grupo y otros factores que pueden contribuir a realizar el trabajo.
La teoría del liderazgo situacional suele denominarse Teoría del Liderazgo Situacional Hersey-Blanchard, en honor a sus creadores, el Dr. Paul Hersey, autor de “El líder situacional”, y Kenneth Blanchard, autor de “El directivo de un minuto”.
Un estilo más “revelador” puede ser necesario al principio de un proyecto, cuando los seguidores carecen de la responsabilidad o los conocimientos necesarios para trabajar por su cuenta. Sin embargo, a medida que los subordinados adquieren más experiencia y conocimientos, el líder puede optar por un enfoque más delegador.
Ejemplos de liderazgo situacional
El mundo está lleno de diversidad. Y aunque puede ser más fácil utilizar un enfoque único en el liderazgo, no es tan eficaz como adaptar un estilo de liderazgo a la situación. Aquí es donde entra en juego el liderazgo situacional.
El liderazgo situacional implica adaptar un estilo de liderazgo para motivar mejor a los miembros del equipo y satisfacer las necesidades de la organización. Este estilo es fluido, siempre cambiante según lo dicte el entorno. Requiere que el líder sea capaz de evaluar las necesidades de su equipo y de la empresa, y ajustar su estilo de dirección en consecuencia en cada momento.
El paradigma del liderazgo situacional fue desarrollado en los años sesenta por el profesor de gestión Paul Hersey en la Universidad Estatal de Ohio. Más tarde se asoció con Ken Blanchard, autor del éxito de ventas The One-Minute Manager, para esbozar el estilo de liderazgo en su libro de 1969, Management of Organizational Behavior. La teoría se basa en la psicología conductista y tiene en cuenta los estilos de liderazgo, así como el “nivel de madurez”, que considera el nivel de capacidad y voluntad del miembro del equipo o del individuo para completar una tarea. En su versión, se distinguen cuatro estilos de liderazgo:
Características situacionales marketing
El liderazgo suele definirse como el proceso de influir en otros para que lleven a cabo una tarea proporcionándoles un propósito, dirección y motivación. Un buen líder establece el plan, organiza los recursos y se asegura de que todo el mundo entiende lo que está pasando, orienta a los miembros del equipo y luego les deja marchar. El liderazgo consiste en establecer relaciones. No siempre se trata de un producto, un avance tecnológico o la obtención de resultados; es más bien un esfuerzo humano.
Todos los líderes deben estar en sintonía con cuatro factores clave del liderazgo: los dirigidos, el líder, la situación y la comunicación. Los cuatro factores deben tenerse siempre en cuenta a la hora de ejercer el liderazgo, pero en distintos momentos afectan a unos y otros de manera diferente. El factor clave en una circunstancia puede tener poca importancia en otra. Los cuatro factores del liderazgo deben utilizarse a la hora de decidir un rumbo, una dirección de acción. Los errores se producen cuando los líderes no tienen en cuenta los cuatro factores de liderazgo y no ven cómo se afectan mutuamente en una misión o tarea concreta.