Liderazgo distribuido en las empresas
Me ha gustado el comentario sobre que el liderazgo distribuido no es lo mismo que la delegación de tareas. También creo que es importante que, cuando se faculte a los líderes para aplicar soluciones o promulgar estrategias, se les dé tanto la libertad como la responsabilidad de producir resultados positivos.
Leer sobre capacidad, autonomía y rendición de cuentas me indica lo importante que es “ganar” este tipo de responsabilidad. Los puntos clave son que no todo el mundo debe tener este reinado total, ya que es un proceso ganado para mejorar el funcionamiento de una escuela y saber que es el trabajo en equipo lo que hace que las escuelas giren sanas. No es un trabajo en solitario, las personas deben trabajar juntas para garantizar una enseñanza y una gestión eficaces.
Liderazgo distribuido frente a liderazgo compartido
Dirigir con éxito una empresa hacia el futuro ya no consiste en planes estratégicos a 30 años, ni siquiera en hojas de ruta a 5 o 10 años. Se trata de que todas las personas de una organización adopten una mentalidad estratégica y trabajen en equipos flexibles que permitan a las empresas responder a la evolución de la tecnología y a riesgos externos como los conflictos geopolíticos, las pandemias y la crisis climática.
“Su trabajo no consiste en ser las personas más inteligentes de la sala que tienen todas las respuestas”, afirma Isaacs, “sino en diseñar el tablero de juego en el que el mayor número posible de personas tenga permiso para aportar lo mejor de su experiencia, sus conocimientos, sus habilidades y sus ideas.”
Un artículo de 2015 de Ancona, Isaacs y Elaine Backman, “Two Roads to Green: A Tale of Bureaucratic versus Distributed Leadership Models of Change”, examinó los diferentes enfoques de liderazgo de dos empresas que estaban poniendo en marcha iniciativas de sostenibilidad en toda la empresa.
La empresa que recurrió a estas capacidades y aplicó un liderazgo distribuido obtuvo mejores resultados que la que tenía un modelo de liderazgo más basado en el mando y el control. Los empleados de la organización distribuida fueron capaces de aprovechar nuevas formas de trabajar entre sí, difundir ideas por toda la empresa e innovar más rápidamente bajo una misión compartida.
Principios de liderazgo distribuido
El liderazgo distribuido es un enfoque conceptual y analítico para entender cómo se desarrolla la labor de liderazgo entre las personas y en el contexto de una organización compleja. Aunque se desarrolló y utilizó principalmente en la investigación educativa, desde entonces se ha aplicado a otros ámbitos, como el empresarial e incluso el turístico[1]. En lugar de centrarse en las características del líder individual o en los rasgos de la situación, el liderazgo distribuido hace hincapié en cómo los actores se implican en tareas que se “extienden” o distribuyen por toda la organización. Con fundamentos teóricos en la teoría de la actividad y la cognición distribuida, entender el liderazgo desde una perspectiva distribuida significa ver las actividades de liderazgo como un proceso situado y social en la intersección de líderes, seguidores y la situación.
El liderazgo distribuido surgió a principios de la década de 2000 a partir de teorías sociológicas, cognitivas, psicológicas y antropológicas, sobre todo de la cognición distribuida y la teoría de la actividad, aunque también se vio influido por las comunidades de práctica de Wenger. Se concibió como un marco teórico y analítico para estudiar el liderazgo escolar, que centraría explícitamente la atención en cómo se promulgaba el liderazgo en las escuelas, como una actividad que se extendía por los “contextos sociales y situacionales”[2].
Liderazgo distribuido pdf
El liderazgo distribuido se basa en la premisa de que las responsabilidades y la rendición de cuentas en materia de liderazgo son compartidas por quienes poseen las aptitudes o la experiencia pertinentes, de modo que la responsabilidad y la rendición de cuentas compartidas de múltiples individuos dentro de un lugar de trabajo, se acumulan como una propiedad fluida y emergente (no controlada ni detentada por un solo individuo). El liderazgo distribuido se basa en ocho sellos distintivos o principios: responsabilidad compartida, poder compartido, sinergia, capacidad de liderazgo, aprendizaje organizativo, clima equitativo y ético, cultura democrática y de investigación, y compromiso macrocomunitario.
El liderazgo distribuido es un concepto diverso y amplio y comparte algunas coincidencias con el liderazgo democrático, participativo, colaborativo y compartido. Sin embargo, promueve el liderazgo como una propiedad fluida y emergente, evita la típica dinámica líder-seguidor y distribuye la responsabilidad en función de la experiencia. El modelo también reconoce la diversidad, madurez e interdependencia de los individuos y cómo los valores culturales profundos influyen en la gobernanza democrática.