Inteligencia emocional quien la creo

Inteligencia emocional, daniel goleman

Desde un punto de vista científico (más que popular), la inteligencia emocional es la capacidad de percibir con precisión las emociones propias y ajenas; de comprender las señales que las emociones envían sobre las relaciones; y de gestionar las emociones propias y ajenas. No incluye necesariamente las cualidades (como optimismo, iniciativa y confianza en uno mismo) que le atribuyen algunas definiciones populares.

Los líderes más eficaces se parecen en un aspecto crucial: todos tienen un alto grado de lo que se ha dado en llamar inteligencia emocional. No es que el coeficiente intelectual y las habilidades técnicas sean irrelevantes. Sí importan, pero… son los requisitos de entrada para los puestos ejecutivos. Mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor formación del mundo, una mente incisiva y analítica y un sinfín de ideas inteligentes, pero seguirá sin ser un gran líder.

Comprender en qué consiste exactamente la inteligencia emocional es importante, no sólo porque esta capacidad es fundamental para el liderazgo, sino porque las personas que poseen algunos de sus elementos pueden carecer por completo de otros, a veces con efectos desastrosos. Salovey, que ahora es rector de Yale, expone esta idea en una charla que dio en una conferencia sobre liderazgo en 2010, en la que describe cómo una sola imagen (que ni siquiera podemos ver) ilustra la notable disparidad en la inteligencia emocional del presidente Clinton, tan notable por su empatía y tan carente de autocontrol.

¿Quién creó la inteligencia emocional?

El término fue acuñado en 1990 en un trabajo de investigación por dos profesores de psicología, John D. Mayer, de la UNH, y Peter Salovey, de Yale.

  Habilidades basicas de la inteligencia emocional

¿Quién es el padre de las emociones?

Aunque el término “inteligencia emocional” fue definido por primera vez en 1990 por los psicólogos John D. Mayer y Peter Salovey (este último llegó a ser presidente de Yale), hubo que esperar a la publicación en 1995 de Inteligencia emocional, de Daniel Goleman, para que el concepto se popularizara.

Inteligencia emocional

El campo científico de la Inteligencia Emocional, como área formal de estudio, existe desde hace 30 años – relativamente joven en lo que a ciencias se refiere. Sin embargo, a lo largo de la historia se ha hecho referencia al poder de las emociones y su influencia en nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos.

Hace unos 2.000 años, Platón escribió: “Todo aprendizaje tiene una base emocional”. Desde entonces, científicos, educadores y filósofos se han esforzado por demostrar o refutar la importancia de los sentimientos. Por desgracia, durante gran parte de esos 2.000 años, el pensamiento común era: “Las emociones deben controlarse y reprimirse; nos estorban para tener éxito”. En las últimas tres décadas, un creciente número de investigaciones está demostrando justo lo contrario.

A continuación se expone una historia básica del estudio de la inteligencia emocional y social, así como los principales contribuyentes. Se ha recopilado de una serie de artículos, sitios web y libros como guía de cómo ha surgido este campo de estudio. No se trata en modo alguno de una lista completa de todos los que han contribuido a este campo.

Emotionale intelligenz bei kind

La Inteligencia Emocional (IE) surgió en la década de 1990 como un constructo basado en habilidades análogo a la Inteligencia general. Sin embargo, en las últimas tres décadas han surgido otras dos formas conceptualmente distintas de IE (a menudo denominadas “IE rasgo” e “IE modelo mixto”) junto con un gran número de herramientas psicométricas diseñadas para medir estas formas. En la actualidad, se han desarrollado más de 30 medidas diferentes de la IE ampliamente utilizadas. Aunque existe cierta claridad dentro del campo de la IE con respecto a los tipos de IE y sus respectivas medidas, las personas ajenas al campo se enfrentan a una literatura de IE aparentemente compleja, terminología superpuesta y múltiples medidas publicadas. En este documento pretendemos ofrecer orientación a los investigadores y profesionales que deseen utilizar la IE en su trabajo. En primer lugar, ofrecemos una visión general de las diferentes conceptualizaciones de la IE. A continuación, ofrecemos una serie de recomendaciones para los profesionales e investigadores sobre las medidas más apropiadas de la IE para una serie de propósitos diferentes. Proporcionamos orientación sobre cómo seleccionar y utilizar diferentes medidas de IE. Concluimos con una revisión exhaustiva de las principales medidas de IE en términos de estructura factorial, fiabilidad y validez.

  Personas famosas con inteligencia emocional

Comentarios

Peter Salovey y John D. Mayer acuñaron el término “inteligencia emocional” en 1990, describiéndolo como “una forma de inteligencia social que implica la capacidad de controlar los sentimientos y emociones propios y ajenos, de discriminar entre ellos y de utilizar esta información para guiar el pensamiento y la acción”.

Salovey y Mayer también iniciaron un programa de investigación destinado a desarrollar medidas válidas de la inteligencia emocional y explorar su significado. Por ejemplo, descubrieron en un estudio que cuando un grupo de personas veía una película perturbadora, las que obtenían una puntuación alta en claridad emocional (que es la capacidad de identificar y dar nombre a un estado de ánimo que se está experimentando) se recuperaban más rápidamente. En otro estudio, los individuos que puntuaban más alto en la capacidad de percibir con precisión, comprender y valorar las emociones de los demás eran más capaces de responder con flexibilidad a los cambios en su entorno social y de crear redes sociales de apoyo.

  Origen del concepto de inteligencia emocional

En la década de 1990, Daniel Goleman conoció el trabajo de Salovey y Mayer, que dio lugar a su libro Inteligencia emocional. Goleman era redactor científico del New York Times, especializado en investigaciones sobre el cerebro y el comportamiento. Se formó como psicólogo en Harvard, donde trabajó con David McClelland, entre otros. McClelland formaba parte de un creciente grupo de investigadores preocupados por lo poco que decían los tests tradicionales de inteligencia cognitiva sobre lo que se necesita para tener éxito en la vida.

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