Ejemplo de empatía en la inteligencia emocional
En esta serie sobre inteligencia emocional, hemos aprendido lo complejo e importante que es este tema, y cómo influye directamente en muchas áreas de nuestras vidas, incluidas nuestras relaciones, éxitos profesionales e incluso cómo establecemos y alcanzamos objetivos. Para completar esta serie, exploraremos los dos últimos componentes clave de la inteligencia emocional: la empatía y las habilidades sociales, y descubriremos cómo nuestras competencias en estas áreas no sólo nos benefician a nosotros mismos, sino también a los demás.
Somos seres sociales, no hay escapatoria. Las personas emocionalmente inteligentes nos interesamos de verdad por los demás y utilizamos las habilidades sociales para construir y gestionar relaciones en nuestra vida personal y profesional. A menos que seamos fareros, tenemos que ser sociables en nuestro lugar de trabajo. Esto no significa salir después del trabajo con la pandilla todos los viernes o preguntar a todo el mundo qué planes tiene para comer. Lo que sí significa es que tenemos que ser respetuosos, considerados y cooperativos si queremos tener éxito en el trabajo. Como dice el refrán, “el cociente intelectual te contrata, el emocional te asciende”. También tenemos que ser sensibles a la diversidad de todo tipo. Crecemos y aprendemos mucho de las personas que proceden de culturas u orígenes distintos a los nuestros, ya que tenemos la oportunidad de ver las cosas desde una óptica diferente. En la sociedad global y multicultural de hoy, tenemos la suerte de conocer a tanta gente nueva con experiencias diferentes que compartir.
Empatía e inteligencia emocional en el trabajo
Cuando Ed llegó a la oficina después de su desayuno de trabajo, se dio cuenta de que su ayudante Pat estaba sentada encorvada en su mesa. Siempre agradable y alegre, y trabajadora diligente, ni siquiera levantó la vista cuando él entró, como si no se hubiera enterado de su llegada. Ed echó un vistazo e intuyó que algo iba mal. Se dirigió a su despacho para guardar sus cosas y luego decidió ir a ver qué podía ir mal. Se acercó a su mesa y le dijo amablemente: “Hola, Pat. ¿Te pasa algo?”. Ella le miró con tristeza y se encogió de hombros. Él le dijo: “Te ayudaré si puedo. ¿Quieres venir a mi despacho y hablar de ello?”. Pat dudó un minuto y luego se levantó de su mesa y siguió a Ed a su despacho.
Ed no sólo demostró sensibilidad hacia Pat, sino también sabiduría organizativa: comprendió que se realizaría muy poco trabajo productivo si no atendía sus necesidades. En lugar de ignorar sus señales de angustia, decidió enfrentarse a ellas y utilizar su propia Inteligencia Emocional para ayudar a Pat. Cualquiera que sea el problema, escuchar a un empleado durante unos minutos y poder ofrecerle sugerencias útiles es tiempo bien invertido porque genera confianza y aumenta la productividad a largo plazo. Podemos ayudarles a resolver el problema y a seguir adelante.
Empatía frente a inteligencia emocional
Inicio/Inteligencia emocional, Empatía, Compromiso, Felicidad, Cultura de alto rendimiento, Liderazgo, Gestión, Cultura organizativa, Felicidad organizativa, Rendimiento organizativo, Éxito/Desarrollar la inteligencia emocional – Parte 8 – Empatía
Para obtener una mayor comprensión, puede leer un blog anterior Qué es la inteligencia emocional y cómo puedo desarrollarla, para obtener más detalles. Sin embargo, la Inteligencia Emocional consiste en comprender tus propias emociones y las de los demás, así como la capacidad de identificarlas y gestionarlas. La Inteligencia Emocional, también conocida como “Ei” o “EQ”, es un conjunto bien establecido de “Competencias” que contribuyen al rendimiento, el compromiso y el éxito.
Existen cinco áreas clave de la Inteligencia Emocional: la autopercepción, la autoexpresión, las relaciones interpersonales, la toma de decisiones y la gestión del estrés. Cada una de estas áreas tiene tres rasgos. Vamos a tratar cada uno de estos rasgos con más detalle en su propio blog. Anteriormente hemos analizado el área de la autopercepción y ahora nos ocuparemos de la autoexpresión. Esta semana exploraremos el rasgo Empatía.
Cómo mejorar la inteligencia emocional empática
La empatía es, en su forma más simple, la conciencia de los sentimientos y emociones de otras personas. Es un elemento clave de la Inteligencia Emocional, el vínculo entre uno mismo y los demás, porque es la forma en que, como individuos, comprendemos lo que están experimentando los demás como si lo estuviéramos sintiendo nosotros mismos.
Daniel Goleman, autor del libro Inteligencia emocional, afirma que la empatía es básicamente la capacidad de comprender las emociones de los demás. Sin embargo, también señala que, a un nivel más profundo, se trata de definir, comprender y reaccionar ante las preocupaciones y necesidades que subyacen a las respuestas y reacciones emocionales de los demás.
Por ejemplo, en el Reino Unido se han producido varios escándalos en el Servicio Nacional de Salud en los que se ha acusado a enfermeras y médicos de no preocuparse por los pacientes. Puede que estuvieran tan sobreexpuestos a las necesidades de los pacientes, sin el apoyo adecuado, que se encerraron en sí mismos por miedo a no poder hacerles frente.
Esto no significa que la experiencia del cliente no sea importante para Mercedes. Todo lo contrario. Significa que la experiencia del cliente es tan importante que la satisfacción no es suficiente. Al contrario, la empresa quiere que sus clientes se sientan encantados por su experiencia con Mercedes.