¿Cuáles son las teorías de la inteligencia emocional?
En los últimos años, los estudios sobre las emociones se han hecho más frecuentes a medida que las nuevas tecnologías innovadoras han permitido ver el cerebro humano en funcionamiento (Caruso y Salovey, 2004). Ahora podemos ver de primera mano cómo funciona el cerebro mientras pensamos. Estos nuevos datos neurobiológicos permiten ver cómo reacciona el cerebro cuando alguien se siente feliz, triste, enfadado y amado (Caruso & Salovey, 2004). Peter Salovey y David Caruso sugieren que el centro cerebral de la emoción es parte integrante de lo que significa pensar, razonar y ser inteligente, lo que convierte a la inteligencia emocional en un componente crucial para comprender las emociones propias y ajenas (Caruso & Salovey, 2004).
Para comprender mejor la inteligencia emocional, primero hay que investigar los dos términos que la componen: emoción e inteligencia. Salovey, Bracket y Mayer (2007) proponen que las emociones son respuestas organizadas que atraviesan los subsistemas fisiológico, cognitivo, motivacional y experiencial del cerebro. Las emociones, que antes se consideraban “interrupciones desorganizadas de la actividad mental que debían controlarse o perturbaciones agudas del individuo en su conjunto, ahora se consideran “fuerzas motivadoras que son procesos que despiertan, sostienen y dirigen la actividad” (Salovey, Bracket y Mayer, 2007, pág. 2).
Teorías de la inteligencia social pdf
La Inteligencia Emocional (IE) es importante en la consecución de los objetivos: personales y sociales de cada persona en sinergia con la inteligencia general ( CI). En este trabajo se presentan los modelos predominantes de teorías y evaluación de la Inteligencia Emocional y el papel de las TIC en la aplicación de sus herramientas de evaluación.
Bar-On, R. (2000). Inteligencia emocional y social: Insights from the Emotional Quotient Inventory. En R. Bar-On & JDA Parker (Eds.), The handbook of emotional intelligence, 363-388. San Francisco, CA: JDA Parker. San Francisco, CA: Jossey-Bass.
BarOn, R. & Parker, JDA (2000). The emotional intelligence handbook: Teoría, desarrollo, evaluación y aplicación en el hogar, la escuela y el lugar de trabajo. San Francisco, CA: Jossey-Bass, A Wiley Compa
BarOn, R. (2004a). The Bar-On Emotional Quotient Inventory (EQ-i): Justificación, descripción y resumen de las propiedades psicométricas. En G. Geher (Ed.), Measuring emotional intelligence: Common ground and controversy (pp. 111-142). Hauppauge, NY: Nova Science Publishers
Binet, A. (1905/1916). Nuevos métodos para el diagnóstico del nivel intelectual de los subnormales. En E.S. Kite (Trans.), The development of intelligence in children. Vineland, NJ: Publications of the Training School at Vineland. [en línea], (Publicado originalmente en 1905 en L’Année Psychologique, 12,191- 244. disponible: http://psychclassics.yorku.ca/Binet/binet1.htm [consultado el 26 de junio de 2010].
Modelo de capacidad de la inteligencia emocional
Investigaciones anteriores han demostrado que las personas difieren en sus teorías implícitas sobre las características esenciales de la inteligencia y las emociones. Algunas personas creen que estas características están predeterminadas y son inmutables (teóricos de la entidad), mientras que otras creen que estas características pueden cambiarse mediante el aprendizaje y el entrenamiento de la conducta (teóricos del incremento). El presente estudio proporciona pruebas de que en adultos sanos (N = 688), las creencias implícitas sobre las emociones y la inteligencia emocional (IE) pueden influir en el rendimiento en el Test de Inteligencia Emocional Mayer-Salovey-Caruso (MSCEIT) basado en la habilidad. Los adultos de nuestra muestra con teorías incrementales sobre las emociones y la IE obtuvieron puntuaciones más altas en el MSCEIT que los teóricos de entidad, mostrando las teorías implícitas sobre la IE una relación más fuerte con las puntuaciones que las teorías sobre las emociones. Aunque nuestros participantes percibían tanto las emociones como la IE como maleables, consideraban que las emociones eran más maleables que la IE. Las mujeres y los adultos jóvenes en general eran más propensos a ser teóricos incrementales que los hombres y los adultos mayores. Además, encontramos que las teorías de la emoción y la IE mediaban la relación del género y la edad con la IE de habilidad. Nuestros hallazgos sugieren que las teorías implícitas de las personas sobre la IE pueden influir en sus habilidades emocionales, lo que puede tener importantes consecuencias para la formación personal y profesional de la IE.
La teoría de Goleman sobre la inteligencia emocional
En los últimos treinta años se han dedicado importantes esfuerzos a la definición y medición del constructo Inteligencia Emocional. Se han elaborado varias teorías y modelos de Inteligencia Emocional para apoyar los procesos de evaluación psicológica. Sin embargo, se han identificado barreras para su amplia adopción y explotación por parte de los científicos sociales.
La Inteligencia Emocional (IE) es uno de los términos psicológicos más utilizados por los científicos multidisciplinares en las últimas tres décadas, centrándose en su aplicabilidad en la investigación y en los campos aplicados para abordar los retos sociales a nivel intrapersonal e interpersonal. Tal y como la definen Salovey y Mayer, la IE es “un tipo de inteligencia social que implica la capacidad de controlar las emociones propias y ajenas, discriminar entre ellas y utilizar la información para guiar el pensamiento y las acciones propias”.
La IE también se utiliza para gestionar y/o ajustar las emociones con el fin de adaptarse al entorno o alcanzar los objetivos propios (Colman, 2009). Una IE elevada se asocia con efectos positivos -entre otros- sobre la salud mental (Fernández-Abascal y Martín-Díaz, 2015), la gestión del estrés (Lea et al., 2019), el comportamiento agresivo (García-Sancho et al., 2014), las habilidades de liderazgo (Rosete y Ciarrochi, 2005), el rendimiento académico (Qualter et al., 2007) y laboral (Sy et al., 2006).