Importancia de la inteligencia emocional en la educación pdf
Desde hace algún tiempo, la inteligencia emocional está de moda en los círculos educativos, y con razón. Junto con el cociente intelectual (CI), el cociente emocional (CE) ocupa un lugar destacado en los esfuerzos de los educadores por crear personas completas y realizadas. El cociente emocional se define como la capacidad de identificar, utilizar, comprender y gestionar las emociones de forma sana y eficaz. Esta capacidad ayuda a los alumnos a empatizar con los demás y consigo mismos, y a afrontar situaciones difíciles sin agotarse. Afecta a las relaciones, al rendimiento académico e incluso a la forma en que los alumnos manejan la presión.
Se trata de un rasgo del crecimiento que resulta cada vez más difícil en un mundo en el que toda nuestra atención se centra en la excelencia académica. Cada vez son más las investigaciones que hablan de cómo las emociones afectan al aprendizaje. De hecho, una investigación realizada en torno a estudiantes de medicina en Irán descubrió que los alumnos con una inteligencia emocional más elevada mostraban un mejor rendimiento académico. He aquí algunas formas en que la inteligencia emocional beneficia a los estudiantes:
Sel inteligencia emocional
Estamos familiarizados con el concepto de cociente intelectual o CI. Nos ayuda a medir lo listos que somos; lo bien que podemos utilizar la razón y la lógica para resolver problemas complejos. Pero, ¿qué ocurre con el cociente emocional o IE?
Hoy en día, muchas organizaciones se basan en la IE y la Inteligencia Emocional para contratar empleados motivados, motivadores y empáticos. No se limitan a buscar personas con buenas notas. En su lugar, se centran en habilidades como la empatía, la comunicación y el liderazgo.
Piense en el lugar de trabajo moderno. La cultura organizativa se basa en la comunicación eficaz, los canales abiertos de retroalimentación, la interdependencia, la colaboración y el trabajo en equipo. Relacionarte con tus compañeros y entender cómo se sienten, su estilo de trabajo y sus capacidades también influye en tu trabajo. La inteligencia emocional nos ayuda a comprender nuestras emociones, a ser conscientes de nosotros mismos y a interactuar socialmente.
La diferencia entre inteligencia emocional y cociente emocional es que el segundo es una medida de la primera. Al igual que el cociente intelectual es una medida de la inteligencia, el cociente emocional mide la IE. Sin embargo, muchas personas utilizan EQ y EI indistintamente. El debate actual sobre CI vs. CE nos lleva al siguiente punto, que es la diferencia entre CI y CE.
La inteligencia emocional en el proceso de enseñanza-aprendizaje
Sabía que la inteligencia emocional es una habilidad importante que hay que fomentar en los niños: nos ayuda a comprendernos mejor a nosotros mismos a medida que avanzamos en nuestra vida cotidiana. Este conocimiento de uno mismo nos ayuda luego a comprender mejor a los demás y a empatizar con ellos.
Hay muchos adultos que no tienen una base sólida de inteligencia emocional. A menudo nos faltan las palabras o los niveles de comodidad para compartir cómo nos sentimos con los demás, así como las herramientas para ayudarnos a navegar por las situaciones cuando surgen grandes emociones. Aumentar la inteligencia emocional empieza por tomar conciencia de uno mismo. A partir de ahí, podemos aprender a autorregularnos mejor. Ayudar a los alumnos a sintonizar con su cuerpo, a reconocer las sensaciones físicas que se producen al experimentar una emoción y a considerar cómo les gustaría responder son rasgos fundamentales para reforzar esta habilidad vital.
Puede parecer un enfoque sencillo, pero es muy poderoso. Podemos pensar que los alumnos ya están familiarizados con la denominación de las emociones, pero a menudo están muy limitados en vocabulario, comprensión o ambas cosas.
Ejemplos de inteligencia social y emocional
Este estudio fue un meta-análisis cuantitativo de la investigación empírica sobre la relación entre la inteligencia emocional (IE) y el rendimiento académico (PA) que incluyó los tres principales modelos teóricos de IE. Se realizó una búsqueda bibliográfica informatizada en las principales bases de datos electrónicas. Cuarenta y cuatro de los 3.210 artículos iniciales cumplían los criterios de inclusión. Con 49 tamaños del efecto y un tamaño muestral acumulado de 19.861 participantes, se encontraron índices de heterogeneidad significativos que indicaban una variedad de resultados. En general, los resultados de este estudio indicaron un efecto significativo de la IE sobre el PA (Z¯ = 0,26). La asociación media entre IE y PA fue mayor en los estudios que midieron la IE como habilidad (Z¯ = 0,31), que en los estudios que midieron la IE como autoinforme (Z¯ = 0,24), y autoinforme mixto de IE (Z¯ = 0,26). En el ámbito educativo, este meta-análisis proporciona información sobre el papel específico de la IE en función de las medidas utilizadas. Se discuten algunas implicaciones prácticas.
El éxito académico o rendimiento de los alumnos en los centros educativos es un objetivo clave en el desarrollo de todos los programas educativos. El PA se ha medido comúnmente a través de exámenes o evaluaciones continuas, existiendo un consenso general sobre los aspectos más importantes a evaluar, como son las habilidades y el conocimiento declarativo y procedimental (Ward et al., 1996). Aunque no existe un acuerdo común para la evaluación del PA, las medidas de habilidades cognitivas o conocimientos declarativos son los principales factores evaluados (Perera y DiGiacomo, 2013), y los indicadores más utilizados para medir el PA suelen ser: Rendimiento Académico de Grado (GPA), Prueba de Logro (AT), Promedio de Grado (GA), Logro Académico (AA), Prueba de Evaluación Estándar (SAT), y Calificaciones Académicas del Profesor (TRA) (Perera y DiGiacomo, 2013).