Modelo de inteligencia emocional de Goleman 2002
La autoconciencia consiste en reconocer y comprender tus emociones (qué sientes y por qué) y apreciar cómo afectan a los que te rodean. Es la base de una buena intuición y toma de decisiones, y te ayuda a tomar instintivamente las decisiones correctas en todos los aspectos de la vida. La autoconciencia también consiste en conocer tus puntos fuertes y débiles, y lo que es importante para ti: tus valores o brújula moral.
Una vez que dominas la conciencia emocional, el siguiente paso es gestionar eficazmente esas emociones, sobre todo las negativas. Trata siempre a los demás con respeto e intenta mantener el control. Si tienes tendencia a los arrebatos emocionales, practica la calma: da un paso atrás y respira hondo. También es importante que te mantengas fiel a tus valores y te responsabilices personalmente de cualquier error.
El tercer elemento “personal”, la motivación, tiene que ver con tu afán de superación y tus logros: ponte el listón muy alto y trabaja con constancia para alcanzar tus objetivos. Toma la iniciativa: prepárate para aprovechar las oportunidades que se te presenten y practica la asertividad. La motivación también tiene que ver con el optimismo y la resiliencia, y con encontrar lo positivo en una situación, incluso -o especialmente- en las que no han ido bien.
¿Cuáles son los 4 componentes de la inteligencia emocional según Daniel Goleman?
A efectos de estas lecciones, hemos optado por utilizar el modelo de Daniel Goleman con cuatro dominios: autoconciencia, autogestión, conciencia social y gestión de las relaciones.
¿Cuáles son los 5 dominios del marco de inteligencia emocional de Goleman?
Goleman identifica los cinco dominios de la Inteligencia Emocional como: 1) conocer tus emociones; 2) gestionar tus propias emociones; 3) motivarte a ti mismo; 4) reconocer y comprender las emociones de los demás; y 5) gestionar las relaciones.
Modelos de inteligencia emocional pdf
Daniel Goleman, autor del bestseller “Inteligencia emocional” y codesarrollador de la plataforma de aprendizaje en línea Goleman EI, es colaborador habitual de Korn Ferry. Su último libro, “Rasgos alterados: La ciencia revela cómo la meditación cambia la mente, el cerebro y el cuerpo”, ya está disponible. En esta última columna, relata lo valiosas que pueden ser las habilidades de inteligencia emocional para momentos tan difíciles.
? Empiezan a llegar llamadas confusas a la oficina. El anuncio impreso de la gran inauguración de la nueva sucursal de la empresa, enviado por correo a clientes actuales y potenciales, ha omitido la ubicación de la sucursal. Trina, la directora de comunicación, se siente presionada para actuar con rapidez.
? Todos miran asustados al analista jefe de ventas, Jack. La fecha límite para el informe anual es mañana, y un fallo en la red ha incapacitado a todos los ordenadores de la oficina. Los técnicos informáticos no han sido capaces de identificar el problema y mucho menos de solucionarlo.
? Dos trabajadores de la construcción derriban una pared durante la renovación de las oficinas de una empresa e informan a Harriet, directora de operaciones de la empresa, de lo que descubren. “Estamos seguros de que es amianto”, explican. “Sus empleados podrían enfermar muy rápido”.
Autorregulación emocional
Con respecto a la inteligencia emocional, Daniel Goleman no fue el primero en articular el concepto. Sin embargo, en su doble papel de psicólogo y periodista, Goleman hizo accesibles los elementos de la inteligencia emocional a amplios segmentos de la sociedad. Sus libros más vendidos, empezando por “Inteligencia emocional” (1995), ya han cambiado la forma en que algunas empresas interactúan con sus clientes y algunos directivos contratan a sus empleados. Su impacto ha sido aún más profundo en la educación.
Gracias a Goleman, los educadores reconocen ahora que la inteligencia emocional es tan importante para el aprendizaje como la destreza intelectual o el cociente intelectual. Como resultado, decenas de miles de escuelas de todo el mundo incorporan actualmente el “aprendizaje social y emocional” en sus planes de estudios. En algunas escuelas, los cursos orientados al desarrollo de la inteligencia emocional son obligatorios.
Durante décadas, los investigadores han estudiado las razones por las que un alto coeficiente intelectual no garantiza necesariamente el éxito en el aula o en la sala de juntas. En los años 80, psicólogos y biólogos, entre otros, se centraron en el importante papel que desempeñan otras habilidades -necesarias para procesar la información emocional- en la promoción del éxito mundano, el liderazgo, la realización personal y las relaciones felices.
Motivación
Las aptitudes técnicas que le ayudaron a conseguir su primer ascenso pueden no garantizarle el siguiente. Si aspira a ocupar un puesto de liderazgo, hay un elemento emocional que debe tener en cuenta. Es lo que le ayuda a entrenar con éxito a equipos, gestionar el estrés, ofrecer retroalimentación y colaborar con los demás.
La inteligencia emocional se define como la capacidad de comprender y gestionar tus propias emociones, así como de reconocer e influir en las emociones de quienes te rodean. El término fue acuñado por primera vez en 1990 por los investigadores John Mayer y Peter Salovey, pero más tarde lo popularizó el psicólogo Daniel Goleman.
Hace más de una década, Goleman destacó la importancia de la inteligencia emocional en el liderazgo, declarando a la Harvard Business Review: “Los líderes más eficaces se parecen todos en un aspecto crucial: Todos tienen un alto grado de lo que se ha dado en llamar inteligencia emocional. No es que el coeficiente intelectual y las habilidades técnicas sean irrelevantes. Importan, pero… son los requisitos de entrada para los puestos ejecutivos”.