El coaching y la Biblia
Quizá se pregunte si el coaching es bíblico. La Biblia nunca nos ordena entrenar. De hecho, nunca se utiliza la palabra entrenador. Entonces, ¿por qué entrenar? ¿Deberíamos entrenar? He aquí 9 maneras en que el coaching se alinea con los principios bíblicos.
Aunque no encontrarás la palabra “coach” en la Biblia, sí encontrarás mandamientos bíblicos para hacer ciertas cosas como: hacer discípulos, animarnos unos a otros, escuchar al Espíritu Santo, seguir lo que sentimos que Dios nos está llamando a hacer. Sin embargo, en la mayoría de los casos nunca nos dice cómo. ¿Cómo debemos hacer discípulos? ¿Hay un método correcto y otro incorrecto?
Ciertamente hay algunos métodos que son erróneos, desde el discipulado forzado hasta el discipulado no relacional. Pero en términos generales, Dios nos deja la metodología a nosotros. Se puede usar cualquier método que sea consistente con los principios generales de las Escrituras, siempre y cuando el fin sea bíblico.
El coaching asume que cada creyente tiene la capacidad de escuchar al Espíritu Santo por sí mismo. El apóstol Pablo modeló ese proceso de escucha y discernimiento para nosotros: “Digo la verdad en Cristo; no miento, mi conciencia lo confirma por el Espíritu Santo” (Rom. 9:1). Debemos respetar a los demás lo suficiente como para asumir que ellos también pueden escuchar al Espíritu Santo y no necesitan que les digamos lo que tienen que hacer.
Podcast del coach ministerial
Como obispos católicos, nuestra respuesta a la delincuencia en Estados Unidos es una prueba moral para nuestra nación y un reto para nuestra Iglesia. Aunque el FBI informa de que el índice de criminalidad está disminuyendo, la delincuencia y el miedo al delito siguen afectando a muchas vidas y polarizando a muchas comunidades. Encarcelar a más personas y, lamentablemente, condenar a más personas a muerte no ha dado a los estadounidenses la seguridad que buscamos. Es hora de un nuevo diálogo nacional sobre la delincuencia y las correcciones, la justicia y la misericordia, la responsabilidad y el tratamiento. Como católicos, debemos preguntarnos lo siguiente: ¿Cómo podemos restaurar nuestro respeto por la ley y la vida? ¿Cómo podemos proteger y reconstruir las comunidades, hacer frente a la delincuencia sin venganza y defender la vida sin quitarla? Estas preguntas nos interpelan como pastores y como maestros del Evangelio.
Nuestra tarea es restaurar el sentido de civismo y responsabilidad en la vida cotidiana, y promover la prevención del delito y una auténtica rehabilitación. El bien común se ve socavado por comportamientos delictivos que amenazan la vida y la dignidad de los demás y por políticas que parecen renunciar a quienes han infringido la ley (ofreciendo muy poco tratamiento y muy pocas alternativas a los años de cárcel o a la ejecución de quienes han sido condenados por crímenes terribles).
Versículos bíblicos sobre la tutoría
Los deportes enseñan muchas lecciones de vida: cómo formar parte de un equipo, cómo trabajar por un objetivo común y cómo manejar el éxito y el fracaso, por nombrar sólo algunas. También aprendemos que detrás de cada gran equipo hay un gran entrenador. A veces, el entrenador pasa desapercibido. En realidad, el entrenador no juega en la cancha o en el campo, por lo que muchas personas que ven deportes no reconocen la estrategia del entrenador.
Del mismo modo, a veces puede que no nos demos cuenta de la preparación y dedicación del Padre Celestial para crear el plan perfecto para nuestras vidas. Pero el Padre Celestial siempre está ahí para enseñarnos y ayudarnos a estar en mejor forma para que podamos ganar una gran recompensa.2 Cuando pensamos en nuestro Padre Celestial, debemos recordar las cosas que Él hace por nosotros.
Un gran entrenador sabe que los equipos nunca permanecen iguales; mejoran o empeoran cada día. Un entrenador exitoso entrena y prepara a su equipo constantemente. El Señor ha dicho que debemos estar preparados3 y seguir sus instrucciones si queremos tener éxito. Esta instrucción conlleva lecciones de vida duraderas. Un entrenador es un maestro y se dedica a ayudar a los miembros del equipo a corregir errores para que puedan esforzarse por alcanzar la perfección.4 Recibimos dirección que nos ayuda a mejorar cada día. El Padre Celestial y el Salvador nos han dado el camino a seguir.
Marcos 8:27-29
El coaching puede adoptar muchas formas diferentes. Usted puede tener un entrenador personal, coaching en línea, coaching de grupo (como nuestro Pastor Ejecutivo y Pastor Líder Redes de Coaching), y el coaching como una forma de asesoramiento. Independientemente de cómo se vea, es de vital importancia que los líderes tengan a alguien que los acompañe en su camino ministerial. A continuación he enumerado algunas de las razones por las que deberías considerar tener un coach.
El ministerio es la única carrera que involucra todo tu ser – es todo tu mundo espiritual, profesional y social. Debido a esto, puede ser extremadamente difícil evitar quedar atrapado en las cañas de tu rutina diaria. Utilizar la perspectiva de un tercero objetivo puede ayudarte a encontrar tu lugar en estos mundos diferentes.
Un coach puede ayudarle a mantener un equilibrio saludable entre su vida laboral y personal. Los líderes eclesiásticos suelen trabajar muchas horas, anteponiendo a los demás a su familia y sin tomarse suficiente tiempo personal para sí mismos. Alguien que no pertenezca a la iglesia, pero que esté al tanto de su rutina diaria, puede ayudarle a establecer límites saludables recordándole que debe decir “no” de vez en cuando.