Inteligencia emocional en el aula pdf
Parte del crecimiento consiste en desarrollar la empatía, la capacidad de comprender los sentimientos de los demás. Empieza en la guardería, cuando aprendemos a compartir los lápices de colores. A medida que crecemos, aprendemos a incluir a los demás en el patio de recreo para evitar herir sentimientos y empezamos a relacionarnos con quienes son diferentes a nosotros.
Esa parte natural del desarrollo humano se enfrenta a algunos retos únicos, ya que muchas de nuestras interacciones sociales, ya sea en casa o en la escuela, se producen con una pantalla en lugar de cara a cara. Helen Riess, directora del Programa de Empatía y Ciencia Relacional del Hospital General de Massachusetts, afirma que, aunque la tecnología tiene muchas ventajas, no debemos olvidar lo que nos hace humanos: la conciencia social y emocional y, lo más importante, la empatía.
“La gente está cada vez más acostumbrada a mirar pantallas con textos que a leer las emociones de las personas en sus rostros”, dice Riess, que también es profesora clínica asociada de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard. “Ésa es un área tan rica en información y conexión emocional”.
Inteligencia emocional para estudiantes
La inteligencia emocional impulsa tu rendimiento tanto en el trabajo como en tu vida personal, pero empieza por ti. Desde tu confianza, empatía y optimismo hasta tus habilidades sociales y autocontrol, comprender y gestionar tus propias emociones puede acelerar el éxito en todos los ámbitos de tu vida.
No importa en qué campo profesional esté, si dirige un equipo de dos o 20 personas, o incluso sólo a usted mismo, darse cuenta de lo eficaz que es controlando su propia energía emocional es un gran punto de partida. Ausente de los planes de estudio, la inteligencia emocional no es algo que nos enseñen ni sobre lo que nos examinen, así que ¿de dónde viene, qué es, la tenemos y es realmente tan importante?
Afortunadamente, es algo que se puede aprender y hemos recopilado una lista exhaustiva de consejos que le ayudarán a explorar su propio nivel de inteligencia emocional y a adquirir importantes habilidades de inteligencia emocional que se pueden poner en práctica en la vida cotidiana. Algunos de estos consejos los seguimos nosotros mismos y otros nos los han revelado nuestros increíbles clientes y socios, que saben cómo motivar e inspirar a sus equipos pero, ante todo, a sí mismos.
Actividades para potenciar la inteligencia emocional de los alumnos
6. ConclusiónLa primera infancia es un periodo crítico para el desarrollo de la inteligencia emocional. La inteligencia emocional puede desarrollarse a través de las experiencias y la educación. El desarrollo de las capacidades de la inteligencia emocional contribuye al bienestar psicológico y físico, a las relaciones sociales y a los logros académicos del individuo tanto en la infancia como en la edad adulta. Los profesores pueden utilizar métodos y técnicas adecuados a las características evolutivas de los niños para reforzar su inteligencia emocional. El apoyo concreto, sistemático y continuo de la inteligencia emocional garantiza resultados eficaces. La aceptación de los niños, la escucha activa, las conversaciones sobre las emociones y el entrenamiento emocional pueden ayudar a los niños a controlar sus emociones. El entrenamiento en inteligencia emocional reduce los problemas emocionales y de conducta de los niños y hace que el aprendizaje sea más agradable.
Plan de estudios de primaria sobre inteligencia emocional
La Inteligencia Emocional (IE) también se conoce como Cociente Emocional (CE), que en realidad es la puntuación de una prueba para medir la IE (Goleman, 2996). Las personas con una alta Inteligencia Emocional utilizan la información emocional para guiar su pensamiento y comportamiento. Pueden ajustar fácilmente sus emociones para adaptarse a su entorno a la hora de conseguir sus objetivos. Estos individuos tienen la capacidad de gestionar sus emociones y utilizarlas en su beneficio.
Tener una mayor conciencia de las emociones de los demás, así como ser consciente de sus propios sentimientos, proporciona al individuo una ventaja a la hora de trabajar en grupo. A los profesores, por ejemplo, les permite calibrar el estado de ánimo de un alumno y examinar detenidamente el clima de la clase. Evaluar los elementos emocionales en cualquier situación, ya sea positiva o negativa, ayudará a mantener a los estudiantes comprometidos y permitirá al profesor comprender mejor su comportamiento y su mentalidad actual (Goldstein, 2017).
Gestionar la inteligencia emocional de un estudiante permite obtener mejores resultados. He observado a profesores leer los estados emocionales de sus estudiantes, comprender sus reacciones y niveles de estrés y he visto a los instructores gestionar sus aulas con estrategias y enfoques que eran muy comprensivos y compasivos, produciendo así increíbles logros estudiantiles. Entonces, ¿cómo mejorar la Inteligencia Emocional de tus alumnos?