Líderes inspiradores
Hace unos años, una colega me dijo que ella y su marido necesitaban mudarse a otro apartamento. “Vale”, pensé, “así es la vida”. No tenía ni idea del calvario por el que realmente pasó hasta hace poco, cuando charlábamos sobre temas no relacionados con el trabajo. “Esther, ¿recuerdas que hace unos años nos echaron a mi marido y a mí de nuestro piso?”.
¿Echarnos? Me llamó la atención. No recordaba que la hubieran echado. Procedió a contarme lo sucedido y, después de hablar, pensé: “Menos mal que seguí un consejo que escuché hace poco de Nicholas Epley”.
Epley, profesor de ciencias del comportamiento en la Booth School of Business de la Universidad de Chicago, descubrió en sus investigaciones sobre interacciones sociales que la gente tiende a infravalorar lo positivamente que serán percibidos sus intentos de acercarse a los demás.
Por ejemplo, ¿alguna vez has estado a punto de enviar un correo electrónico expresando tu gratitud, pero luego te has dado cuenta de que tus dedos se detenían sobre el teclado mientras te preguntabas: “¿realmente querrán recibir este correo electrónico de agradecimiento? ¿Y si piensan que es incómodo?”.
Gran liderazgo
La verdad es que necesitamos liderazgo en todos los niveles de los servicios sociales, y de las personas a las que ayudan, para obtener mejores resultados. Se trata de que los trabajadores “hagan con y no para”, escuchen de verdad y den un paso adelante o atrás según sea necesario. Para ello es necesario que a veces actúen como defensores y promotores, y otras veces recuerden que las personas son expertas en su propia vida y apoyen su liderazgo. Lo que les importa es fundamental.
También se trata de conocerse a uno mismo: ser fiel a los propios valores y dejarse guiar por ellos en momentos de incertidumbre, y saber cuándo pedir ayuda a los demás. Se trata de reflexionar sobre uno mismo y pensar en lo que se puede hacer mejor la próxima vez.
El liderazgo también exige trabajar en colaboración con otros profesionales y en los espacios intermedios que esto crea. Puede poner en tela de juicio los métodos de trabajo tradicionales, más jerárquicos, los enfoques de “marcar casillas” y exige que las personas se valoren mutuamente.
Las siguientes historias ilustran perfectamente cómo es el liderazgo cotidiano desde la primera línea y la diferencia que puede marcar en la vida de las personas a las que se presta apoyo. Sirven de inspiración e identifican algunos de los retos que los “de arriba” también deben comprender.
Historias inspiradoras
Los beneficios de participar en el Programa Leadership Prince William Signature son muchos y variados. Para algunos, las conexiones y los nuevos conocimientos acaban beneficiando a la cuenta de resultados de su empresa. Para otros, las experiencias reveladoras conducen a nuevas pasiones y retos a nivel personal. Y luego están los beneficios para nuestra comunidad.
Gracias a lo que nuestros antiguos alumnos han experimentado participando en los Programas de Liderazgo Prince William Signature y Youth, tenemos Prince William Living, What’s Up Prince William, la aplicación Prince William Food Rescue, Centerfuse y ¡mucho más! Vea lo que dicen nuestros graduados del Programa de Firma:
Lo que es más, cada sesión mensual que seguía sólo mejoraba progresivamente. Mi comprensión de nuestro condado creció exponencialmente en 11 cortos meses juntos. Esta experiencia es una de las más significativas de mi vida profesional. Todo ello, sin embargo, requirió una importante inversión de tiempo y recursos. Nuestra incipiente organización religiosa sin ánimo de lucro vio el valor de esta inversión. Sin embargo, una generosa beca marcó la diferencia para que pudiéramos hacerlo realidad. Estamos profundamente agradecidos a los patrocinadores que nos proporcionaron este apoyo tan necesario. En los últimos dos años he hablado mucho de LPW por todo el país y por todo el mundo. Creo en los programas de liderazgo comunitario como LPW. Tienen un impacto muy positivo en las comunidades locales. A menudo, las barreras de entrada son sólo la concienciación, la promoción y unos pocos cientos de dólares para salvar la brecha para organizaciones pequeñas y medianas como la nuestra.
Ejemplos de narración de historias de liderazgo
Pero esto a menudo deja a la gente con una pregunta. “¿Qué hace que una historia sea ‘fascinante’?”. Para responder a esta pregunta, pedimos a los participantes de una reciente formación en grupo que hablaran de sí mismos. Cada uno de los siguientes participantes respondió con afirmaciones que podrían ser la base de una historia fascinante:
Lo creas o no, la historia del mayor conflicto que hayas tenido en el trabajo puede ser la más aburrida que tu audiencia haya escuchado jamás. O el conflicto más pequeño -perder el teléfono por un día o derramar café en la camisa antes de una reunión importante- puede contarse con brillantez y mantener al público en vilo.
“Estaba en un viaje de negocios de Ginebra a otra ciudad europea. Estaba charlando con mi colega, disfrutando de la comida y la compañía. Cuando llegó la hora de bajar, no encontraba mi maleta. A mi colega le sorprendió mi reacción: en vez de asustarme, me reí. Llevaba 25 años viajando por negocios y era la primera vez que no tenía mi maleta. Me consideré afortunado”.
El escritor de thrillers Lee Child, autor de la popular serie Jack Reacher, afirma que cualquiera puede crear suspense o tensión formulando una pregunta y dejándola sin respuesta hasta el final de la historia. “El mero hecho de hacer una pregunta hace que la gente quiera quedarse y averiguar la respuesta”, dice Child. “El poder de hacer una pregunta es enorme”.